Son estímulos precedentes que acompañan a una conducta que va
seguida de una consecuencia. Su función es aumentar la probabilidad de que la
conducta en cuestión ocurra.
Es un
estímulo que siempre está asociado a que la conducta vaya seguida de una
determinada consecuencia, y por consiguiente, adquiere la propiedad de hacer distintiva
la ocasión en que, de emitirse nuevamente la conducta, tendría la misma
consecuencia.
En otras palabras,
el estímulo precedente adquiere control sobre la respuesta en tanto discrimina
o distingue la ocasión en que esa respuesta va seguida de una consecuencia
determinada. Adquiere la propiedad de discriminar la ocasión de que una
conducta vaya seguida de una consecuencia; es decir, es un estímulo
discriminativo de la consecuencia.
Ribes, 1980, p. 15